Betalia en el II Simposio de Sanidad Animal – Asaja Cádiz
30 octubre, 2017Ensilado y conservación de la pulpa prensada de remolacha
24 noviembre, 2017El ensilado es un método de conservación utilizado tradicionalmente en los forrajes húmedos. Su aplicación permite desestacionalizar su aprovechamiento y evitar así los problemas derivados del exceso de forraje y las malas condiciones meteorológicas.
El objetivo en todo proceso de ensilado consiste en reducir el pH del producto en el menor tiempo posible. O, en otras palabras, “acidificarlo” para evitar el desarrollo de microorganismos que además de mermar su calidad, puedan poner en riesgo la salud del animal.
Para que este proceso sea seguro y eficaz deben cumplirse una serie de condiciones:
- Controlar el nivel de humedad. La materia prima debe mantener una humedad de entre el 24% y el 40%, ya que si el nivel es excesivo dificulta y ralentiza la acidificación. El motivo es que las bacterias responsables de este proceso necesitan un mínimo de acidez para comenzar su actividad. Cualquier alteración puede provocar una baja producción de pH y, por consiguiente, una mala conservación del producto.
- Reducir al máximo la presencia de oxígeno. Para conseguirlo es necesario “pisar” el producto reduciendo la cantidad de oxígeno entre las fibras y las capas. Hacerlo de forma eficiente evitará fermentaciones aeróbicas que mermarán el producto y su calidad.
- Comprobar la cantidad de azúcares. La escasa cantidad de azúcares y el alto contenido en proteína de determinados forrajes dificultan su conservación. Por ello, es muy importante controlar las cantidades de ambos componentes en la materia prima.
En definitiva, si el alimento presenta un adecuado nivel de humedad, es pisado y conservado correctamente, y contiene un elevado nivel de azúcares las bacterias que acidifican el ensilado actuarán de manera rápida. De esta manera, se obtendrá un producto de calidad y bien conservado por mucho tiempo.